| Mi cuerpo qué harían con mi cuerpo quién. La fiebre me hacía temer la muerte en aquella habitación alquilada en un país alquilado para huir de cualquiera que pudiera recordarme. La fiebre me hacía temer mi cuerpo solo dejándose pudrir en un viejo colchón. Gusanos antes de que alguien pensara en mí. Nadie a quien llorar, nadie a quien avisar muerto o vivo mi cuerpo no encontraba ninguna diferencia. | - Antes de que te lo enseñen por ahí te lo voy a explicar yo -me dijo- mientras abría mi cama. Ya no recuerdo cuantos años tenía entonces, si era joven o vieja. Sólo recuerdo el asco arrastrándose dedo tras dedo por las manos de todos los hombres -por mis propias manos- Por favor, pasen sin tocar, pasen pasen. Hasta que un día encerré el dolor en un frasco le puse al asco tu cara y cerré la tapa. Cuando abrí los ojos habías desaparecido y por fin pude besar los ansiolíticos dedos de mi amante. | |