Nos apegamos demasiado a los hombres
esas criaturas bidimensionales e inocentes
a su piel
adherente como una tela de araña
 
Me quedaría allí hasta que no dejase nada de mí
Nada.
 
hasta que empezamos a pesarles
como si de pronto engordásemos.
Entonces nos preguntamos
qué pasó y
cuándo.
Inevitablemente nos ponemos
éticas patéticas pelenpenpéticas
pesadas peludas pelenpenpudas
nos salen canas arrugas
caries estrías verrugas
la sangre no circula.
Nos explotan por dentro.
Se llevan nuestra piel pegada a tiras
y en sus manos algún órgano fácil de vender.
 
En realidad no saben lo que hacen
sólo quieren liberarse de la carga.

 

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miriam reyes
info(arroba)miriamreyes.com
miriamreyes
"Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo". Héctor Viel Temperley
Bella durmiente>Hiperión ediciones, 2004.